¿Cuántas veces has pronunciado la frase “a mi me encanta cocinar”? Y estamos seguros de que lo dices totalmente en serio y que lo haces de maravilla, pero seguro que la limpieza post cocina y el mantenimiento no te resultan tan agradables. Para ello te vamos mostrar lo que tienes que hacer para que tu cocina se mantenga, con un mínimo esfuerzo, tan nueva y reluciente como el primer día. Antes de nada, cabe destacar que para Accesorios JIL la conservación impoluta de nuestras cocinas es la base. Presentamos nuestros muebles en perfectas condiciones y estamos seguros de que siguiendo algunos consejos fáciles podrás mantenerlos así.
La limpieza ha de ser continuada y diaria y más en una estancia como la cocina que se usa todos los días y donde sin duda más manchas nos vamos a encontrar. Para ello utiliza siempre productos de calidad para la limpieza y evita limpiadores demasiado abrasivos. Como decíamos, más vale una limpieza periódica y continuada con un paño húmedo y agua que una limpieza a fondo más espaciada en el tiempo y con productos más potentes y agresivos.
Cuando estés cocinando cuida tus muebles al máximo. Por ejemplo, a nadie se le ocurriría poner una freidora a trabajas justo debajo de un armario alto, ¿verdad? El vapor arruinaría la madera por muy buena que sea y las manchas sería innumerables. Para evitar esto es primordial contar con una campana extractora de calidad que elimine olores y vapores indeseados, mantenla limpia y con los filtros adecuadas para que puedas maximizar sus prestaciones.
¡Ah! Seguro que tampoco has puesto nunca la cafetera o cualquier otro recipiente excesivamente caliente directamente sobre la encimera, si es así te felicitamos porque estás cuidado tu cocina al máximo. Y hablando de altas temperaturas, un genial consejo es esperar unos 30 minutos para abrir la puerta del lavavajillas una vez ha finalizado su trabajo para evitar que todo el vapor de aire caliente vaya directamente a tus muebles.
Por último y por norma general, nuestros muebles están diseñados para soportar una carga alta, pero para evitar problemas futuros, es recomendable que distribuyas esta carga a lo largo de toda la encimera. Emplea los muebles altos para almacenar utensilios de poco peso mientras que los armarios bajos son ideales para vajillas, sartenes y elementos más pesados.
Consejo extra: Aunque la luz natural siempre es buena, evita que incida directamente sobre tus muebles para que no alteren los colores con el paso del tiempo. En algunos casos, es más recomendable luz artificial que luz natural.
Nos despedimos por hoy, ¡sigue visitando nuestra web para más consejos!